Mi viaje a China: experiencia, historia y diversidad

Por: Amalia Blanco

China no estaba entre mis “imprescindibles”. Quizás porque ya había viajado en algún momento por temas de trabajo.

Sin embargo, pensando en el siguiente destino, no sé cómo convinimos que China había que conocerlo mejor… y teníamos que empezar ya porque es un país enorme que hay que “trocear” en muchas escapadas.

La gran sorpresa es que, tras este maravilloso viaje, China se ha convertido en uno de mis destinos favoritos y desde que he vuelo, no dejo de dar vueltas qué otras regiones de este grandioso país, quiero conocer.

¿Nuestra ruta? La de aquellos que van por primera vez. Cultura, naturaleza, experiencias, sensaciones y variedad

Día 1: Beijin, centro político de China

Llegamos a Beijing en un vuelo directo de Air China. Se me hizo corto. A las 4:30 horas de la mañana aterrizábamos y a las 6:00 horas llegamos al hotel Fairmont.

Con una ducha rápida nos fuimos a desayunar (extraordinario el desayuno del hotel por cierto…) y salimos inmediatamente para no perder tiempo.

Sólo teníamos dos días y medio y no podíamos perder ni un minuto.

Es una ciudad enorme y el centro político de China.

Su historia se remonta a más de 3000 años, siendo capital en las últimas dinastías feudales, instaladas en la Ciudad prohibida

Empezamos paseando por la Calle Quian Men. Bonita calle comercial; muy restaurada pero repleta de edificios tradicionales y que combina muy bien tradición y modernidad.

Paseando llegamos al extremo sur de la Plaza de Tiananmén, con la doble torre.

Es la mayor plaza del mundo con 440.000 m2; en ella se encuentra el Mausoleo de Mao (colas interminables de chinos para visitarlo) y un par de edificios gubernamentales.

En el extremo norte de la plaza se encuentra la puerta de la Dinastía Ming donde Mao proclamó la república popular china en 1949 (el 1 de octubre).

Atravesando por la puerta entramos en la Ciudad Prohibida o Palacio Imperial. 720.000 m2 y más de 9.000 salones. Estuvimos 3 horas, pero todo parece poco.

Debe su nombre a que estuvo cerrada a los visitantes durante 500 años. Fue la corte imperial de 24 emperadores; desde principios de la dinastía Ming en el s.XVI hasta la caída de la dinastía Qing en 1911

Saliendo por el extremo norte de la plaza cruzamos al parque Jingshan también conocido como Colina del Carbón. Desde allí se tiene una bonita panorámica de los tejados de la Ciudad Prohibida.

Tras la comida visitamos el Tempo del Cielo. Este templo (Tian Tian) es el más famoso de Pekín y uno de los mayores recintos sagrados de China

De allí fuimos al Mercado de la Seda donde compramos bolsos, gafas, camisas, zapatillas. Vamos… típicos españoles…

Día 2 La Gran Muralla

Comenzamos muy prontito porque teníamos especial ilusión por llegar a la Gran Muralla lo antes posible.

La Muralla es uno de los principales símbolos de China y está considerada una de las siete Maravillas del Mundo. Discurre de este a oeste (desde la frontera con Corea hasta el desierto de Gobi) y se construyó para servir de defensa contra las tribus nómadas del Norte.

Son casi 7000 km que atraviesan montañas, desiertos y llanuras.

Fuimos a Mutianyu, a 90 km, y subimos en telesilla. Conseguimos nuestro objetivo y fue un paseo precioso. La bajada la hicimos por un tobogán.

Hay que tener menos de 60 años para que te dejen usarlo (me libré por los pelos!!!). Si no, en la silla.

De vuelta a Beijing, paramos a conocer las tumbas Ming. Nos habían dicho que no merecían mucho la pena, pero no sé si fue por la tranquilidad del lugar, pero me pareció un sitio muy especial. A

Por la tarde visitamos el Palacio de Verano. Muy bonito pero era domingo por la tarde y había hordas de turistas locales. El Palacio de Verano fue el Jardín Imperial de varias dinastías y les servía de refugio para escapar de los calurosos veranos en la Ciudad Prohibida

Cenamos pato laqueado, una de las cosas imprescindibles de Pekín.

Día 3: del Beijin más tradicional a Xian

Dedicamos la mañana a visitar uno de los famosos Hutongs. Son los estrechos y laberínticos callejones que componen el casco antiguo de las ciudades chinas.

Construídos durante las Dinastías Yuan, Ming y Qing, los hutongs están repletos de viviendas en torno a un patio cuadrado.

Dimos una vuelta en rickshaw, pero disfrutamos más del paseo a pie por las callejuelas y alrededor del lago visitando  las torres del Tambor y de la Campana.

Merece la pena subir a la del Tambor sobre todo si tienes la suerte de coincidir con la actuación de tambores que se produce a ciertas horas.

Por la tarde vuelo a Xian donde llegamos al hotel Meliá a última hora de la tarde.

Precioso hotel donde nos trataron de maravilla. Cenamos de lujo en un restaurante del hotel que comida cantonesa recién inaugurado.

Tras la fantástica cena dimos  paseo por un coloridísimo Xian nocturno hasta llegar a la Pagoda de la Oca Salvaje.

Xian es la capital de Shaanxi, tierra natal de 11 dinastías, entre ellas la Qin, que fue la primera. Es la ciudad más oriental de la Ruta de la Seda y una de las ciudades más antiguas y con más historia de China.

Dos siglos antes de que Homero escribiera la Iliada y la Odisea (y de la fundación de Roma) y cinco siglos antes del surgimiento del budismo Xian ya merecía el título de ciudad del mundo clásico.

Día 4: Xian y el ejército de terracota

Visita por la mañana al museo del Ejército de Terracota. Junto con la Gran Muralla, otro de los símbolos más representativos de China.

Muchos lo consideran el descubrimiento arqueológico más importante del siglo XX.

Es un ejército con 2200 años de antigüedad. Una guardia de honor fúnebre de tamaño real colocados en fila junto a la Tumba del Emperador Qin Shi Huang, que todavía no ha sido descubierta.

Es un emperador muy importante en la historia de China ya que consiguió unificar todo el Imperio bajo un solo mandato. También unifica la escritura, la moneda y establece las leyes que iban a regir el Imperio.

Fue descubierto en 1974 por un campesino y se siguen haciendo descubrimientos y restauraciones: arqueros, caballos, infantería, carros de guerra.. y todos diferentes!!. La mayoría llevan armas y en origen estaban policromados. Sin palabras.

Comimos en el museo y por la tarde visitamos unas prescindibles termas de Huaquin.

Agradable jardín pero nada más… y muy lleno…

Día 5: Otras maravillas de Xian

Tras un paseo por un apacible parque con lago frente al hotel, comenzamos nuestra visita por la Gran Pagoda de la Oca Salvaje, que habíamos visto por la noche un par de días antes. Fue construida durante la dinastía Tang en el año 648. Tiene 64 metros de altura y siete niveles.

Tras ella nos fuimos a visitar las murallas de Xian donde nos alquilamos unas bicicletas para dar un paseo.

La muralla tiene un perímetro de 14 km, una altura de 12 m y su ancho varía entre 15 y 18 m.

Es la muralla mejor conservada de China, construía por la Dinastía Ming en el siglo XIV sobre la antigua Ciudad Prohibida de la Dinastía Tang.

Por la tarde recorrimos el barrio musulmán lleno de puertos de comida y mercadillo. Está situado en el centro histórico de la ciudad. Debe su creación al asentamiento de la comunidad Hui que profesa el islamismo, y de la unión cultural generada por la ruta de la seda.

Al final de la calle principal se puede visitar la Torre del Tambor y la Campana. Nos encantó la Gran Mezquita, una de las más antiguas y mejor conservadas de China y un remanso de paz sin casi turistas construido por la Dinastía Tang en el año 742.

Volamos por la noche a Guilín (todavía comercial).

Está en las provincia de Guangxi de la que se dice que tiene las montañas y ríos más bellos que hay bajo el cielo. Teníamos muchas ganas de llegar allí y conocerlo, pero al aterrizar llovía de tal manera que pensamos que el crucero por el río Li no iba a poder ni zarpar.

Día 6: La magia de Guilin

Nos levantamos pronto y seguía lloviendo a mares, pero nos confirmaron que el crucero no se suspendía. Respiramos…, llevábamos meses soñando este momento!

Llegamos al barco y diluviaba, pero dos minutos antes de zarpar dejó de llover e hicimos un crucero que me pareció mágico.

Desde Guilin, las aguas del río Li serpentean entre un paisaje espectacular. Las montañas tienen nombres preciosos y el paisaje de uno de los recodos está representado en el billete de 20 yuanes.

Por la tarde, paseo por el mercado Yangshuo. Es verdad que no podemos decir que sea la China auténtica, pero es un pueblo delicioso con una calle comercial donde picamos y compramos cosas muy especiales.

Tras un paseo por allí, nos fuimos a Xinping, un precioso pueblo de pescadores desde el que fuimos a ver la pesca con cormoranes.

Día 7: la cosmopolita Shangai

A las 4:00 horas de la mañana, salimos de nuestro hotel de Yangshuo para coger un vuelo a Shanghai donde llegamos a las 9:30 horas. Dedicamos la mañana a conocer el Jardín de Yuyuan, construido por un funcionario en el S. XVI. Está en el centro de la ciudad antigua.

Por la tarde, paseamos por el Bund, recorrimos la calle comercial y caminamos en el barrio francés. Ocupa un espacio grande y merece mucho la pena pasear por él.

Día 8: la Venecia de China

Alrededor de Shanghai hay sitios preciosos llenos de canales, vegetación y pueblos muy pintorescos.

Todos estos sitios afirman ser la Venecia de China.

El más importante de esos lugares es Suzhou donde pasamos el día, tras dos horas en coche.

Es una ciudad llena de jardines y canales. Con la construcción del gran canal llegó gran prosperidad a la ciudad porque podían exportar seda. Hicimos tres visitas.

• El jardín del pescador (Wangsi Yuan). Dicen que es el más bonito de Suzhou
• Pan Men. Es una puerta fortificada por la que se controlaba el acceso a Suzhou, tanto por tierra como por mar hace más de 700 años. Tiene 2 elementos destacables el puente We Men y la pagoda Ruiguang, de 43 metros de altura
• Colina del Tigre (Huquiu San). En esta colina está enterrado He Lu, fundador de Suzhou y rey de Wu. Muy bonita la pagoda, inclinada de la dinastía Sory, Yunya Ta o Pagoda de la Roca. Es de ladrillo y en el punto más elevado se inclina más de dos metros. En la colina visitamos un parque de bonsáis.

Día 9: de vuelta a casa

Madrugué para ver amanecer en el Bund. Hacedlo si tenéis oportunidad. Viviréis otra perspectiva de la ciudad

Y tristemente, vuelta a Madrid en un vuelo de Air China.

Fue mi día de suerte porque perdí el móvil en el aeropuerto y lo encontré y nos hicieron upgrade a business. No se puede pedir más.

Gran viaje

Consejos

• Como en muchos sitios, la mejor época para viajar es primavera y otoño. Invierno muy frío y verano muy caluroso. Evita la primera semana de octubre (conmemoran la creación dela República Popular China) y las semanas en torno al nuevo año chino. Hay muchísimo turista chino siempre y en esas fechas es imposible poder disfrutarlo.

• En los sitios más típicos, madruga todo lo que puedas o aprovecha los atardeceres. Aún así, no esperes sitios idílicos en soledad, pero trata de salirte de los caminos marcados. Muy claro en la Ciudad Prohibida. Mucha gente en el pasillo central y solos por los laterales.

• El metro en Beijing y Shanghai es sencillo, divertido y una experiencia única. Anímate a probarlo.

• Disfruta de la comida, pero no esperes encontrar la comida que comes en los restaurantes chinos en España. Nada que ver. Por cierto, busca restaurantes con una carta con fotos de sus platos (y aún así, no tendrás ni idea de lo que pides)

• Ve preparado para regatear mucho… un rollo

• No hablan nada de inglés. Lleva descargado una guía de traducción simultánea. A mí me hubiese resultado imposible viajar por libre

• En la Gran Muralla ir a un tramo que no sea Badaling

• Si te gusta correr, en todas las ciudades tienen parques maravillosos para hacerlo

• En mi ruta no incluí nada de arquitectura moderna pero si te gusta, hay creaciones de los mejores arquitectos contemporáneos.

Me quedo con ganas de mucho más. Tengo claro que volveré

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