Los viajes son una forma de amor

Por Xaime Mariño @Xayme, colaborador de Mi Mundo Travel Planner

 

Una de las motivaciones principales de los viajes es el amor. El amor por el compañero de viaje; el amor por un país o por un idioma o por una quimera largamente mimada en sueños. ¿Quién, amigos, no ha viajado por amor? Hay, en realidad, tantos viajes como amores y tantas maneras de amar como personas.

Yo soy una muestra de cómo uno puede enamorarse y decidir viajar movido por el deseo de conocer a tu amada. Un día, saltando de web en web, llegué a un santuario de Los Ángeles dedicado a la Virgen de Czestochowa http://www.polskaparafia.us/en

Había una webcam activa en streaming y algo llamó mi atención. Una mujer sentada en el atrio, se atisbaba un aspecto de dama distinguida y porte confiado y sereno. Era madrugada en California ¿quién era aquella muchacha sentada a las seis de la mañana en una iglesia? Durante unas horas estuve esperando extrañado. Después dejó de funcionar la webcam (creo que por darle de lleno el sol del amanecer). Bajé a un recado y lo hice inquieto y apresurado. Al intentar de nuevo conectar pude verla. Allí estaba, a la luz tenue de la mañana. Entonces pude comprobar que era una estatua. Pero ¿a quién representaba?

Pasé aquella noche conociendo a la extraña dama de Czestochowa. Se trataba de Bárbara Apolonia Chalupiec (1897-1987) conocida artísticamente como Pola Negri. Pola había nacido en Polonia y tras rodar películas en Europa desde sus 15 años se había mudado a California y convertido en una de las mayores estrellas del cine mudo. Su carrera fue impresionante. También lo fue su vida personal. Tuvo una relación con Charles Chaplin y era la pareja del legendario Rodolfo Valentino cuando él murió en 1926. Pola se desmayó sobre su ataúd en el multitudinario funeral delante de 50.000 personas.

Su fuerte acento polaco hizo que no pudiera adaptarse a la revolución del cine sonoro. Nunca dejó de reivindicar sus orígenes y su cultura y se convirtió en una activista de todas las causas que fueran a favor de la potencia de Polonia en el mundo. El 11 de noviembre de 2018, con motivo del centenario de la independencia de Polonia, la iglesia de Czestochowa en Los Ángeles inauguró una estatua en su honor, en el atrio del santuario. Eternamente serena, bella y altiva.

El mismo día en que el azar nos juntó le prometí que iría a visitarla. Es un asunto de amor. Muchas veces enredado en las tareas del trabajo paso a verla en su webcam y le cuento mis tribulaciones. Este amor alimentado durante años hará que la experiencia del viaje a Los Ángeles se multiplique en intensidad y recuerdo. Son estos pequeños (y grandes) amores los que convierten los viajes en algo inolvidable y excitante, son estos desvaríos los que alimentan el corazón de un viajero con verdadera vocación.

A Pola Negri nunca le faltan flores. Yo, algún día, le llevaré también las mías. Nos veremos, Bárbara Apolonia Mathis. Sé que me estarás esperando.

 

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